PLAN GENERAL DE CONTABILIDAD ESPAÑOL>NORMAS DE REGISTRO Y VALORACIÓN>>NRV 11– Moneda extranjera
Resumen
La NRV 11 establece los criterios contables para:
- Registrar transacciones en moneda extranjera, es decir, aquellas cuyo importe se denomina o exige su liquidación en una moneda distinta de la funcional.
- Valorar partidas monetarias y no monetarias denominadas en moneda extranjera.
- Convertir las cuentas anuales a la moneda de presentación, cuando la moneda funcional de la empresa sea distinta del euro.
La norma distingue entre moneda funcional (la del entorno económico principal en el que opera la empresa) y moneda de presentación (en la que se formulan las cuentas anuales, generalmente el euro).
Explicación
1. Transacciones en moneda extranjera
Una transacción en moneda extranjera es aquella cuyo importe se denomina o exige su liquidación en una moneda distinta de la funcional. Estas transacciones se convierten a la moneda funcional aplicando el tipo de cambio de contado en la fecha de la transacción.
2. Valoración de partidas monetarias y no monetarias
- Partidas monetarias: Son activos y pasivos que se recibirán o pagarán con una cantidad determinada o determinable de unidades monetarias (por ejemplo, efectivo, cuentas por cobrar o por pagar). Estas partidas se valoran al tipo de cambio de cierre (tipo de cambio de contado vigente al final del ejercicio). Las diferencias de cambio que surjan se reconocen en la cuenta de pérdidas y ganancias del ejercicio en que se producen.
- Partidas no monetarias: Son activos y pasivos que no se recibirán o pagarán con una cantidad determinada o determinable de unidades monetarias (por ejemplo, inventarios, inmovilizado). Estas partidas se valoran
- A coste histórico: aplicando el tipo de cambio de la fecha de la transacción.
- A valor razonable: aplicando el tipo de cambio de la fecha en que se determina dicho valor.
Las diferencias de cambio en partidas no monetarias valoradas a valor razonable se reconocen en la cuenta de pérdidas y ganancias o en el patrimonio neto, dependiendo de la naturaleza del activo.
3. Conversión de las cuentas anuales a la moneda de presentación
Cuando la moneda funcional de una empresa sea distinta del euro, las cuentas anuales se convierten a la moneda de presentación aplicando los siguientes criterios:
- Los activos y pasivos se convierten al tipo de cambio de cierre.
- Los ingresos y gastos se convierten al tipo de cambio de la fecha de la transacción o a un tipo de cambio promedio si es una aproximación razonable.
- Las diferencias de conversión que surjan se registran en el patrimonio neto, en una partida específica denominada «Diferencias de conversión».
Ejemplos prácticos
- Compra de mercaderías en moneda extranjera
- Una empresa compra mercaderías por 10.000 USD cuando el tipo de cambio es 1 USD = 0,85 EUR.
- Valor en euros: 10.000 × 0,85 = 8.500 EUR.
- Si al cierre del ejercicio el tipo de cambio es 1 USD = 0,80 EUR, y la deuda sigue pendiente, se reconoce una pérdida por diferencia de cambio de:
- 10.000 × (0,85 – 0,80) = 500 EUR.
- Valoración de un inmovilizado adquirido en moneda extranjera
- Una empresa adquiere un inmovilizado por 20.000 GBP cuando el tipo de cambio es 1 GBP = 1,10 EUR.
- Valor en euros: 20.000 × 1,10 = 22.000 EUR.
- Este importe se mantiene como coste histórico, independientemente de las fluctuaciones en el tipo de cambio.
- Conversión de cuentas anuales a la moneda de presentación
- Una filial en Reino Unido tiene como moneda funcional la libra esterlina (GBP) y debe presentar sus cuentas en euros.
- Al cierre del ejercicio:
- Activos y pasivos se convierten al tipo de cambio de cierre.
- Ingresos y gastos se convierten al tipo de cambio de la fecha de la transacción o al tipo promedio del período.
- Las diferencias de conversión se registran en el patrimonio neto.
Estos ejemplos ilustran la aplicación práctica de la NRV 11 en diferentes situaciones relacionadas con operaciones en moneda extranjera.